La alegría que se mueve a la risa, que trasciende a la LUZ ESPIRITUAL

De la sonrisa y las risas, a la calma y comprensión.

Han pasado unos 7 millones de años desde que nuestros antepasados comenzaron a caminar un largo camino que nos convirtió en los seres humanos presentes. Comparativamente, en la flecha del tiempo, la humanidad ha pasado más del 99,99% en un entorno natural. Ese largo baño genético en plena naturaleza, no ha evolucionado tan rápido como la tecnología. Como los genes no cambian en unos pocos cientos de años, digamos que la evolución es un baño, de ebullición lenta, resulta entonces que vivimos en una sociedad moderna, con organismos todavía muy adaptados al entorno natural. Entiendo que la percepción podría ser al revés, que nos hemos desadaptado de la naturaleza para integrarnos en urbes, pero realmente es como si hubiéramos entrado del movimiento natural, a la moderna pereza del movimiento. Seguimos siendo simios, solo que envueltos en extrañas capas de tela con molestas etiquetas, con molestos recubre pies que no transpiran y nos aíslan del mundo, nos montamos en sofás con ruedas y en sillas con pantallas, lo que antes eran casas para refugiarnos y estar en familia, ahora, los hogares, tienen más redes y generan más ondas para navegar que un barco de pesca, y ya la gota que colma los mares, llevamos pantallitas con forma de bolsillo que salen tan habitualmente de él, que si un extraterrestre nos observara, pensaría que respiramos por los bolsillos y nos alimentamos tocando esa piedra con lucecitas. Y es verdad que esas luces nos llevan a todas partes, nincluida a la involución orgánica para la supervivencia en el medio natural.

Hace relativamente poco para la edad evolutiva humana en este planeta, vamos a poner por ejemplo el año 1400, en el Japón del periodo Sengoku (sí, es verdad, he respirado de bolsillo para nutrirme de google) fue la época los samuráis y los ninjas, donde eran orgánicamente como un perfecto arte del movimiento, el control y la precisión motriz, la fluidez corporal unida a la mente concentrada, eran una integración de las capacidades físicas para un fin, que como recordarás, por muy honorable que parezca, no era para una simulación teatral, era para el arte de la guerra, una adaptación total para la supervivencia. Vamos un poco para atrás, el año 1300, no sé, más o menos cuando William Wallas, el de Braveheart (ahora no he navegado, no tenía barcos, digo datos) por aquel entonces, seríamos unos portentos físicos, aunque como antes, es verdad que lo éramos por molernos a palos los unos con los otros y por trabajar la tierra de sol a sol también con un palo en las manos, pero se nos daba bastante bien ese tema del palo, estábamos entrenados. Unos siglos hacia abajo, los romanos, éramos bestias orgánicas de construir acueductos, fuertes y resistentes como ellos, todo el día pegándonos como deporte cara al público y andando millas y millas romanas con todo el rollo de las armaduras, escudos y tal, para conquistar también a palos a otros públicos y construir más acueductos en plan paliza, era como ir al gimnasio, a machacarse. Vamos un pelín más atrás, y nos ponemos serios, la antigua Grecia, y un arquetipo, los espartanos, éramos máquinas orgánicas afinadas al milímetro, con unas potencialidades inimaginables, la época de los héroes, espejos de dioses. Y sí, también nos molíamos a palos, pero era como con finura, como técnicamente correctos, sin despeinarnos. Vaya cantidad de Karma para quemar, así estamos todavía…

Venga y para terminar, si retrocedemos a cuando éramos tribus nómadas, nuestra capacidad de resistencia fisiológica dejaría a los runners y a los spinners, a la altura de los que salen al principio de los anuncios de las elípticas del teletienda: Ante la pregunta del principio ¿cansado de estar gordo? La respuesta debería ser: Deja de hacer el hámster y vuelve como vikingo a la edad media, ya verás cómo se te quita la tontería.

Ahora cuando vamos al gimnasio, nos miramos en el espejo y orgullosos pensamos, hoy he levantado la de 20kg… y 4 series de 12… (los aludidos, comprender que lo digo con mucho humor, llevo 16 años trabajando con mucho amor en un gim)

Lee sobre un grupo de aguerridos, recios y resistentes cretenses en la Segunda Guerra Mundial, cuya dureza como la naturaleza de su isla, frenaron tanto a los Nazis en su ofensiva hacia Rusia, que consiguieron hacer real el lema “se acerca el invierno” cambiando las tornas para siempre en la historia del ser humano en este planeta hasta lo que somos hoy.

Estudia como eran el Samurai Miyamoto Musashi, el ninja Hattori Hanzo, el bravo corazón de William Wallas, los arquetipos de perfectos guerreros Aquiles el griego, Leonidas el espartano y el poderoso Hércules romano.

 

 

 

 

 

 

 

El poder del amor de Jesús o Ghandi (contar chiste). Ambos héroes del amor, con Ahimsa, la no violencia, menos mal, ya por fin guerreros encarnados sensatos, donde ese mensaje, esa presencia que emitían, ese amor universal, pudo conseguir cambiar en su pureza y sabiduría, un mensaje global que sigue apaciguando la mente y el corazón de miles de seres, con la gran verdad, donde el secreto, está en el Amor, firmemente establecido.

Un rey del yoga en la inteligencia y sabiduría unidas, Patanjali, la fuente desde donde el poder sigue manando como estás comprobando con sus sutras y su práctica de los 8 pasos. Por cierto yo esa me la sabía, pero el master no lo ha preguntado, porque ya sabía que ese camino, se anda descalzo, sin las manos en los bolsillos, donde sutras (sueltas) el ego y Patanjileas el Ser.

Con toda esta comparación anterior de héroes antiguos vs chimpancés modernos, sería ciencia cierta que moriríamos si nos atacara un tigre, la diferencia es que hace unos pocos cientos de años, hubiera sido eso, un combate a muerte, por puro instinto de supervivencia, con inteligencia y sabiduría y ahora, moriríamos por nuestra perezosa naturaleza moderna ignorante sin luchar, bueno igual algo de reacción tendríamos, sacaríamos por automatismo la pantallita del bolsillo y por lo menos nos habríamos hecho un selfie y tendríamos tanto dominio  y automatismo motriz, que seríamos tan hábilmente rápidos, como para subir la foto a instagram antes de que nos hincara el diente.

Y sin embargo, en este presente, sin tener tigres que acechan porque quieran hacerse famosos  en las redes sociales, estamos orgánica, anímica y mentalmente inestables, estresados, sin energía… Ahora el mundo, el orgánico humano, está totalmente al revés. Enfermamos por falta de movimiento motriz y por sobra de movimiento mental. Cuanto más nos complicamos, más ignorantes. Por eso el mundo, necesita, a los Yoguis Siromanis, de los que se hacen amigos del tigre.

Entre la pereza motriz hacia una evolución social unitiva, el Karma que hemos generado y que seguimos en ello, la queja akásica del cambio climático y las pantallitas que parece que es lo que nos dan la vida fuera del bolsillo, fuera de nosotros, con tanta oscuridad, nos vamos “navegando”, a la extinción.

 

Y con toda esta actitud con intención divertida de exposición histórica humana y en esta realidad, en este presente, ahora es el momento del cambio. Ahora es el momento de equilibrar la balanza, es el momento de unirnos en un abrazo, es el momento, de encender la Luz, Pero esa no, que para dar Luz, necesitas oscuridad, sino no verías nada.

Somos Yoga Siromanis, somos Yoguis y Yoguinis, las almas luminosas, Guerreros y Guerreras de la Luz, la poesía, el destello, la expresión, la vida que nace, el libro sagrado, la vida que espira, el mar en La Luna, porque brilla, como el Sol. Somos el arte del movimiento de la armonía energética, la marea de equilibrio universal. Tenemos el poder de cambiar a la Guna Satvica, con una fuerza espiritual que toca el Ser que las trasciende. Somos los instrumentos afinados de la vibración luminosa, las almas despiertas, Las luciérnagas en esta aventura del alma, que es nuestra realidad, para alumbrar, para brillar, para iluminar como las estrellas lucen en la oscuridad, como el Sol que evapora las tinieblas de la vida en el mundo, y lo hacemos, porque somos capaces de emitir Luz, porque es nuestra naturaleza, porque nacemos de la vida del Sol radiante del corazón para Ser libres en la Luz del Ser Divino que hay en todos nosotros, impulsando una íntegra evolución humana sabiamente, desde la verdad, el amor y la Luz, uniendo a todos los seres, hacia la liberación.

Om

Vibración de unidad en la Luz del ente espiritual que somos, en su naturaleza esencial que es la misma del universo al que pertenecemos, por compasión y evolución nació el yoga y la meditación, un milagro para la vida, para la evolución, para el orden en la entropía universal, eternamente hasta el fin, para que vuelva a empezar.

Es más inteligente y sabio, ser una involución progresiva de lo que no necesitamos, una Kriya de lo no somos, una purificación del ego, para Ser una evolución más sana y coherente de lo que nos apremia Ser y así, trascender a nuestro propósito universal, que es de donde venimos.

Todos somos seres espirituales, viviendo una experiencia humana. Todos en esencia, somos Consciencia, Verdad, Plenitud, Realización, Universo, Naturaleza. Todos somos almas que evolucionan hacia la Luz del Amor, hacia la unión y la paz con todos los seres, de todos los mundos. Y desde el Yoga, somos las estrellas, que impulsan y comparten el Amor de la Luz.

Entrada anterior
El yoga de shinrin Yoku